Los alimentos con vitamina D nos ayudan a retener el calcio en los huesos previniendo de enfermedades más severas como la osteoporosis. La vitamina D se produce en forma natural cuando tomamos los rayos solares sin embargo su consumo desde la niñez se da en forma constante por el organismo por lo que llegando a étapa adulta se puede presentar algun tipo de carencia de vitamina D.
De 10 a 15 minutos de exposición al sol tres veces a la semana son suficientes para producir los requerimientos de esta vitamina sin embargo algunas personas que viven en lugares con poco sol no produzcan suficiente vitamina D.
Un exceso de esta vitamina puede provocar que se absorva demasiado calcio dando origen a enfermedades como calculos renales o acumulaciones de calcio en órganos blandos como corazón y pulmones.
Los pescados grasos como el atún, salmón o sardinas están entre las mejores fuentes de vitamina D.
El hígado de res o vaca, las yemas de los huevos y las setas suministran pequeñas cantidades.
La leche de vaca en condiciones normales no contiene vitamina D sin embargo muchas marcas comerciales de leche ya vienen fortificadas con vitamina D. sin embargo el queso y el helado, no suelen ser fortificados. Algunas marcas de leche de soya ya vienen fortificadas con vitamina D.
Algunas marcas de cereal, Jugos de naranja, Yogur y margarina vienen fortificados con vitamina D pero sera necesario acostumbrarse a identificarlos revisando las etiquetas de los productos.
La consecuencia más conocida de la falta de vitamina D es la fragilidad ósea, que se acentúa en las mujeres menopáusicas. también se ha observado que los pacientes obesos tienen menos vitamina D por lo que presentan un mayor riesgo cardiovascular.
Algunos desordenes en el hígado o riñon pueden provocar condiciones que limiten la conversión de Vitamina D
