Como medir nuestra condicion fisica a cualquier edad

Sea cual sea nuestra edad, todos aspiramos a estar sanos y en forma, pero ¿como medir nuestra condicion fisica a cualquier edad?  ¿en qué consisten la salud y la condicion fisica en cada etapa de la vida? Si bien es cierto que a los 20 años hay que estar fuerte y vigoroso como el proverbial toro, ¿acaso una persona de 50 años debe ser capaz de subir las escaleras corriendo como un adolescente? En esta guía de salud y acondicionamiento físico explicamos exactamente cuánto rendimiento cabe esperar del propio cuerpo en función de los años que se han vivido. También damos a conocer las señales de enfermedad a las que conviene estar atentos y cómo mantenerse en forma a cualquier edad

Hasta los 29 años:

Al pasear por el parque puedes oír el viento que sopla entre los árboles y, si cae una hoja al suelo, alcanzas a verla a 30 metros de distancia. Después de 10 minutos en reposo, tu pulso se estabiliza en 60 latidos por minuto. Cuando flexionas la cintura no te cuesta trabajo tocar el suelo con la punta de los dedos. No cabe duda: estás en perfecta forma.

El cuerpo humano termina de crecer a los 20 años, pero los músculos siguen desarrollándose hasta alrededor de los 28. Es entonces cuando alcanzamos nuestro físico definitivo. Por consiguiente, en esta etapa todavía estás en posibilidad de prevenir trastornos de salud sin demasiado esfuerzo. Cambia de postura de vez en cuando en el trabajo, ponte de pie cuando hables por teléfono, utiliza las escaleras en vez del ascensor y procura nadar con frecuencia. De este modo evitarás muchas enfermedades.

Aparte de lo anterior, basta con que aguces los ojos y los oídos. ¿Puedes leer las placas de circulación de los vehículos a 40 metros de distancia? Cuando paseas a pie, ¿alcanzas a oír el rumor del viento entre el follaje con ambos oídos? Un hecho preocupante es que 28 por ciento de los jóvenes de 20 años sufren una pérdida de la audición de 25 decibeles y en muchos casos no lo saben. Además, el estrés al que están sometidos los profesionales ambiciosos de esta edad puede producirles afecciones inflamatorias de la retina que exijan atención médica.

En general, no tienes que preocuparte por tu corazón ni por tu circulación, a menos que hayas heredado algún trastorno del metabolismo, tengas una presión arterial superior a 130/85 o seas adicto al tabaco o a la comida grasosa. Si tienes dudas, procede como si se tratara de un defecto de la vista o de la audición: pide una cita con el médico.

De 30 a 45 años

Llevas más de 3 décadas en circulación, así que es normal, y casi siempre inofensivo, que empieces a tener algunos achaques. Tanto si usas lentes como si no, tu visión debe ser aguda, y las pruebas de audición deben revelar, a lo más, una pérdida de 10 decibeles, es decir, el volumen al que unos oídos sanos oyen el tictac de un reloj de pulsera a un metro de distancia. Pero aunque tengas ojos de lince y oigas caer un alfiler, ojos y oídos te agradecerán un poco de cuidado.

Si pasas muchas horas frente a la computadora, descansa brevemente de vez en cuando para evitar que la película de lágrima que mantiene húmedo el globo ocular se reseque y te cause irritación. Mientras estés frente al monitor, parpadea con más frecuencia que de costumbre.

El ruido constante es causa de estrés, y si resulta excesivo, puedes llegar a sufrir una grave pérdida auditiva acompañada de una torturadora variedad de ruidos ilusorios percibidos como reales. Si vives o trabajas en un ambiente donde reina el barullo, haz algo al respecto, lo que redundará en beneficio no sólo de tus oídos. Según un estudio de la Oficina de Protección Ambiental alemana, las personas que deben soportar un ruido constante de 55 decibeles (el volumen normal de la voz humana) fuera de la ventana de su dormitorio son casi dos veces más propensas a padecer una hipertensión arterial que requiera tratamiento médico.

Es hora de que empieces a pensar en tu corazón. Tómate el pulso en reposo. Cualquier cifra entre 55 y 75 latidos por minuto es normal. Según el sentido común, cuanto más rápido es tu ritmo cardiaco en promedio, más peligro corres de morir de una afección cardiovascular en las próximas tres décadas.

Una forma sencilla de prevenir estos trastornos es comer sanamente. Basta que te mires al espejo para saber si llevas una alimentación adecuada, pero un indicador más fiable es la concentración de colesterol en la sangre, que el médico debe revisarte por lo menos una vez al año. Nunca debe ser superior a 200 mg/dl, a cualquier edad. Procura mantenerla así y correrás un riesgo mínimo de sufrir un infarto o apoplejía. Las concentraciones de 240 duplican el peligro de infarto en comparación con las de 200.

Lo bueno es que puedes hacer mucho para evitar el exceso de colesterol. Si tienes sobrepeso y adelgazas sólo 12 por ciento, reducirás este lípido sanguíneo en 20 por ciento. Bajar de peso también disminuye la presión arterial, que tiende a subir un poco desde los 30 años. Nunca debe ser superior a 140/90 en reposo.

Otra amenaza para la salud que acecha en este intervalo de edades es el cáncer. Las mujeres mayores de 30 años deben someterse a una mamo-grafía anual (la mayoría de los seguros de gastos médicos amparan esta prueba) para descartar el cáncer de mama. En cuanto a los hombres, a partir de los 45 años debe practicárseles un tacto rectal para descartar el cáncer de próstata. Aprovecha estos medios de diagnóstico, que permiten combatir a tiempo la enfermedad.

De 46 a 65 años

¿Crees que se han ido tus mejores años? ¡No estés tan seguro! Si tu corazón está sano, resistirá cualquier esfuerzo al que lo sometas, por grande que sea. Con el entrenamiento apropiado, incluso a los 65 años puedes correr un maratón. Sin embargo, tanto si tienes 65 años y te sientes de 50 como viceversa, consulta a tu médico antes de reanudar el deporte si lo dejaste durante mucho tiempo. «Los casos de enfermedad coronaria van en aumento entre los 45 y los 55 años», Por eso es peligroso hacer un ejercicio intenso tras años de inactividad sin antes consultar al médico.

Aunque no pienses volver al deporte, te conviene someterte a una revisión anual del corazón y la circulación. Para determinar pronto la edad de tu corazón, tómate el pulso después de 10 minutos de permanecer sentado y en reposo, y consulta la tabla que está arriba de estas líneas.

Si esto te motiva a hacer algo por tu salud cardiovascular, te proponemos practicar dos o más formas de acondicionamiento físico, es de¿Crees que se han ido tus mejores años? ¡No estés tan seguro! Si tu corazón está sano, resistirá cualquier esfuerzo al que lo sometas, por grande que sea. Con el entrenamiento apropiado, incluso a los 65 años puedes correr un maratón. Sin embargo, tanto si tienes 65 años y te sientes de 50 como viceversa, consulta a tu médico antes de reanudar el deporte si lo dejaste durante mucho tiempo. «Los casos de enfermedad coronaria van en aumento entre los 45 y los 55 años», Por eso es peligroso hacer un ejercicio intenso tras años de inactividad sin antes consultar al médico.

cir, cualquier deporte que te guste y mejore tu condición física (trote, caminata, tenis, gimnasia, etcétera). Combínalos como prefieras: ciclismo hoy, natación mañana, voleibol al otro día. Elige un programa a la medida de tus gustos y necesidades. La ventaja de combinar varios deportes es que cada uno acondiciona grupos distintos de músculos y tendones, y esto reduce al mínimo las probabilidades de sufrir fracturas o esguinces ocasionados por esfuerzos excesivos de determinadas partes del cuerpo. Sea cual fuere tu combinación de deportes preferida, cada sesión de ejercicio debe tener una duración de 20 minutos por lo menos.

Si tu corazón está en forma, sin duda no estás dispuesto a que las demás partes de tu organismo se rezaguen.

No hay razón para estar inactivo o en mala condición, ni a los 66 ni a los 86 años.

Sé sincero: ¿tienes que acercarte al monitor para poder leer este artículo? SÍ la respuesta es afirmativa, quizá padezcas vista cansada, defecto que consiste en ver mal de cerca por falta de elasticidad del cristalino, y que afecta a personas de edad media o avanzada. La vista cansada se corrige fácilmente con el uso de lentes «para leer», pero ten cuidado: cuatro por ciento de las personas mayores de 40 años contraen glaucoma, y 10 por ciento de los enfermos se quedan ciegos. Por eso debes acudir al oftalmólogo una vez al año. En la consulta, pídele también un examen para descartar las cataratas (opacidades del cristalino).

A esta edad también los discos intervertebrales pueden ocasionar problemas. Los síntomas típicos son dolor de espalda, y hormigueo y adormecimiento de las piernas. Quizá no sea algo tan grave como una hernia de disco, pero hay que observarlo.

A continuación, algunas medidas para prevenir la hernia de disco:

• Usa zapatos de suela de goma.
• Trota sobre un suelo blando,
• Al levantar un objeto pesado no dobles la cintura: acuclíllate y levántalo con la espalda recta.
• Duerme en un colchón adecuado con una sola almohada. Cuanto más peses, más firme debe ser el colchón.

66 años en adelante

No hay por qué estar en mala condición física, ni a los 66 ni a los 86 años. Naturalmente, el cuerpo envejece y el desgaste es cada vez mayor, pero esto no hace sino aumentar la necesidad de llevar una vida activa y practicar los deportes, porque, al fin y al cabo, uno es sólo tan viejo como se siente. Dos pruebas sencillas pueden revelarte mucho acerca de tu «edad biológica». Primero, estando de pie, cierra los ojos, levanta una pierna y cuenta el tiempo que guardas el equilibrio sin bajarla. Esta tabla indica la «edad» del sentido del equilibrio según el tiempo que se puede mantener.

Más de 51 segundos: 20 Años
41-50 segundos: 30 Años
31-40 segundos: 40 Años
25-30 segundos: 50 Años
Menos de 20 segundos: más de 60 Años

Luego enciende una vela y apágala de un soplido a la mayor distancia que puedas. Esta distancia indica la «edad» de tus vías respiratorias.

1.50 metros: 20 Años
1.25 metros: 30 Años
1 metro 40 Años
0.75 metros: 50 Años
Menos de 0.75 metros: más de 60 Años

A tu edad, muchas personas contraen la llamada diabetes de comienzo tardío, por lo que debes estar atento a tu concentración de glucosa en la sangre. Debe ser de entre 60 y 98 mg/dl con el estómago vacío, y puede medirse en unos segundos en el consultorio o con un sencillo equipo casero adquirido en una farmacia. Una concentración mayor de 110 es signo de diabetes y aumenta mucho el riesgo de infartos y apoplejías. El peligro es grande porque tu grupo de edad es en el que ocurren más infartos, y tres de cada 10 resultan mortales. Conviene, pues, que cuides tu corazón y evites estos factores de riesgo:

Sobrepeso.
• Hipertensión.
• Exceso de colesterol.
• Tabaquismo.
• Falta de ejercicio.

Para saber cuánto ejercicio debes hacer, ten presente que la mejor forma de acondicionamiento cardiovascular consiste en quemar 2500 calorías a la semana por medio de ejercicios de resistencia. La siguiente tabla te da la equivalencia en tiempo de ese número de calorías, según la actividad:

Deporte Horas a la semana
Trote / caminata rápida 4
Patinaje 6
Ciclismo 7
Natación 5
Gimnasia 2.5
Voleibol / Basquetbol 5
Remo 4


Aunque practiques un deporte y lleves una vida sana, no olvides acudir al médico para un reconocimiento anual. Además, debes conocer las primeras señales de advertencia de un infarto:

• Cansancio inexplicable.
• Accesos de depresión.
• Debilidad general.
• Trastornos del sueño sin motivo aparente.

Cuando el infarto es inminente hay otros síntomas ante los cuales debes acudir sin tardanza al médico:

• Dolor de pecho que en ocasiones se extiende a brazos y cuello.
• Dolores que se irradian desde la boca del estómago.
• Dificultad para respirar sin antecedentes que la expliquen.

Si quieres disfrutar plenamente tus últimos años, debes seguir llevando una vida activa y estar atento al buen estado de tus huesos. Por regla general, la pérdida de densidad ósea comienza a los 40 años y avanza a un ritmo de uno por ciento al año.

La osteoporosis (enfermedad en que los huesos se vuelven quebradizos como consecuencia de una pérdida gradual de calcio) puede exacerbar este proceso e incluso ocasionar fracturas sin que haya ningún golpe de por medio.

En la gran mayoría de los casos la enfermedad afecta a las mujeres a partir de la menopausia, pero también la padecen hasta 15 por ciento de los hombres en este grupo de edad. De cualquier manera, una de las causas de la osteoporosis es la falta de ejercicio, porque apresura la desmineralización de los huesos.

Además de practicar una combinación de dos o más deportes con regularidad, debes tomar diariamente un mínimo de un gramo de calcio, cantidad contenida, por ejemplo, en un litro de leche. También modera el consumo de sustancias que favorecen la pérdida del mineral, como bebidas alcohólicas y cigarrillo.

A cualquier edad, un estilo de vida saludable, con suficiente ejercicio y exámenes periódicos de corazón, metabolismo, audición, visión y movilidad, te ayudará a mantenerte en forma. Tu bienestar lo vale.

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