La música reduce la tensión  y contribuye a relajar al paciente,  en ocasiones resulta más efectiva que los medicamentos incluso se puede llegar  prescindir de los analgésicos.

La música, usada junto con las terapias tradicionales, puede ayudar a curar, ejerce una influencia benéfica en el sentido de que ayuda a evitar complicaciones graves durante las enfermedades, aumenta el bienestar de los pacientes y acorta los periodos de hospitalización».

La musicoterapia  es más eficaz, especialmente a largo plazo. Se ha descubierto que los recién nacidos prematuros suben más rápidamente de peso y aprovechan mejor el oxígeno si escuchan música sedante, combinada con voces o con sonidos semejantes a los del útero. Un grupo de bebés prematuros y de bajo peso que oyeron música vocal suave durante una hora y media diariamente, pasaron, en promedio, 11 días en la incubadora, mientras que los de otro grupo testigo permanecieron allí un promedio de 16 días.

¿En qué forma ayuda la musicoterapia? Ciertos estudios han demostrado que se puede bajar la presión arterial, el metabolismo basal y el ritmo respiratorio, disminuyendo así las respuestas fisiológicas al estrés. Otras investigaciones indican que tal vez contribuya a incrementar la producción de endorfinas (analgésicos naturales) y de inmunoglobulina salival A. Esta última acelera los procesos curativos, reduce el peligro de infecciones y controla el ritmo cardiaco.

La musicoterapia está resultando especialmente efectiva en tres áreas clave de la medicina:

1. Dolor, ansiedad y depresión.

Los pacientes afectados de cáncer suelen hundirse en sombrías cavilaciones y se niegan a hablar con las enfermeras y los médicos. «El terapeuta musical los puede ayudar a ver las cosas de manera positiva. Con ello, les facilita la comunicación y los alienta a colaborar más en su tratamiento»

Una chica de 17 años, tenía extensas lesiones en la piel debidas a tratamientos contra el cáncer, y se mostraba silenciosa y retraída, tras una breve lección para que la chica aprendiera a tocar un pequeño sintetizador musical, la madre de la paciente le dijo a la terapeuta, con la voz quebrada:

¡Es la primera vez que veo contenta a mi hija desde que ingresó en el hospital!

2. Impedimentos mentales, emocionales y físicos.

«Aun los más desvalidos, los que no responden a otros estímulos, reaccionan a la música».

Un pequeño de cinco años carecía de coordinación muscular fina, no distinguía la derecha de la izquierda y era tan tímido que se negaba a cantar. Sin embargo, el xilófono le fascinó y, aprovechando este interés, su terapeuta le enseñó a contar, a distinguir la derecha de la izquierda y a compartir. Con el tiempo, el chico aprendió a leer notas, a tocar el piano, e incluso dirigió a los demás chicos en sus cantos.

3. Trastornos morfológicos.
Algunas personas incapaces de hablar y de moverse debido a trastornos neurológicos pueden sin embargo cantar, e incluso bailar, al compás de la música. «Es notable el poder que ejerce la música en estas personas».

Los estudios han demostrado que los dos hemisferios cerebrales intervienen en el procesamiento de la música.  «La base neurológica de las respuestas a los estímulos musicales es sólida, y puede incluso sobrevivir a lesiones en ambas mitades del cerebro».

En una terapia de grupo para pacientes de edad avanzada un septuagenario apoplético siempre estaba solo y callado. Cierto día la terapeuta interpretó una vieja canción popular al acordeón, el hombre empezó a canturrear. Después de ese episodio, su terapeuta tocó la melodía en todas las sesiones, hasta que el anciano cantó algunas palabras. «Cuando nos dimos cuenta, ya estaba hablando», refiere la terapeuta.

Por supuesto, las virtudes terapéuticas de la musicoterapia no se limitan a la curación de enfermedades. Aparte del goce que produce la música, estamos descubriendo lo mucho que puede ayudarnos también en nuestra vida cotidiana, La música también es capaz de aliviar la tensión y hasta el dolor en algo tan rutinario como ir al dentista, o simplemente puede dar expresión a nuestros estados de ánimo.

Para aprovechar plenamente los beneficios que la música brinda, hay que incluirla en nuestra rutina diaria. Por ejemplo, a la hora de la comida, el poder de la música se redobla cuando la compartimos con alguien.

 Pocas personas entienden el poder curativo de la musicoterapia.  La música no es magia, «Pero en un hospital o en la casa puede convertirse en una poderosa medicina, capaz de brindar alivio a jóvenes y viejos por igual».

Musicoterapia el asombroso poder curativo de la musica!